Miguel Laborde, miembro del directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), dijo en entrevista exclusiva con "ecodigital" que en los últimos años ha habido un crecimiento en investigadores, en becarios, en institutos y se han creado institutos de doble dependencia en todo el país.
La entrevista se realizó en el marco de la inauguración en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa, Arg.) una casa donde funcionará el Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa (INICTAP).
El acto fue presidido por el rector de la UNLPam, el CPN Sergio Baudino, quien estuvo acompañado por el Dr. Miguel Laborde, miembro del directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Dr. Marcelo Zárate, director del INCITAP. Una vez finalizado el acto, el doctor en Ciencias Químicas y actual miembro del Directorio del Conicet , Dr. Miguel Laborde, accedió a conversar con Ecodigital sobre la inauguración de este espacio y la situación actual del organismo que integra.
“Lo que se ha hecho hoy es el acto de inaugurar la nueva sede de este instituto. Que es el único instituto del Conicet con la Universidad de La Pampa, es el único en toda la provincia”, comentó Laborde, quien destacó la tarea de este instituto de doble dependencia que se dedica a a temas de Geología, de Ciencias Agrarias y también temas que tienen que ver con intereses de la provincia directamente.
Durante su presentación en el acto de inauguración, Laborde hizo hincapié en las inversiones que el Conicet viene desarrollando en todo el país, en ese sentido aclaró que “esta es una sede provisoria, la universidad se ha presentado a un concurso de proyectos que se llama Plan Federal 2014, que impulsa el Ministerio de Ciencia y Técnica, para aumentar los metros cuadrados disponibles para los institutos del Conicet de todo el país. Si bien yo no participo del proceso de evaluación, ojalá este instituto pueda salir favorecido y poder construir una sede definitiva propia, ya que esta sede no les alcanza, es decir, necesitan algo más donde puedan juntarse todos”.
“Mi presencia aquí tiene que ver con decirle a todos los pampeanos que es intención del Conicet que la investigación, desarrollo y transferencia se incrementen en La Pampa. Probablemente este instituto sea el germen, la semillita alrededor de la cual empiece a crecer, aumentar la cantidad de becarios y por lo tanto la cantidad de investigadores, y que después de este instituto puedan surgir otros institutos más específicos, más disciplinarios”, expresó, como un deseo. Laborde agregó que “dada la situación actual de La Pampa me parece que ahora lo que hay que hacer es poner todos los esfuerzos para que este instituto crezca y pueda ser el germen de otros. Me parece la mejor estrategia, y esto hay que hacerlo codo a codo con Universidad de La Pampa. La universidad es el socio natural del Conicet”.
En cuanto a las oportunidades de crecimiento profesional de los egresados de la UNLPam, el representante del Conicet reconoció la importancia de jerarquizar el título de grado ofreciendo propuestas propias, en consonancia con eso adelantó que “estábamos hablando con las autoridades del rectorado sobre la posibilidad de que la Universidad de La Pampa tenga un programa de doctorados, y que los chicos que se reciben acá tengan la posibilidad de obtener el título de doctor de la Universidad de La Pampa y no tener que ir a buscar el título de doctor a la Universidad del Sur o a la Universidad de Córdoba, si bien el trabajo de investigación lo hacen acá, el título oficial se dan en otra universidad. Si la universidad logra establecer uno o dos doctorados en las áreas donde ellos están fuertes en investigación, como es en la Facultad de Exactas y en Agronomía eso va a ser un catalizador notable para que crezcan los grupos de investigación y desarrollo acá en La Pampa”.
Laborde habló de los cambios que ha experimentado el organismo durante los últimos años, en ese sentido expresó la necesidad de que el Conicet, al que calificó de endogámico, se involucre decididamente en los problemas que tiene la sociedad actualmente. Fue categórico al expresar que, según él “el Conicet adolecía de una endogamia grave, que fue la génesis del Consejo, una actitud verticalista, endogámica. A partir de la crisis del 2001, aún antes de asumir Kirchner, aparece como presidente del Conicet el Dr. (Eduardo) Charreau y ahí hay una ruptura favorable. Se empieza a crear la comisión de tecnología y a decir, ‘acá hay otra forma de evaluar’. No solamente hay que evaluar con los papers y la formación de doctores, sino con lo que hace el científico para el afuera. Y eso se está trabajando desde el año 2000 para ir llevando todo eso a que haya más transferencia y que los investigadores se involucren más en lo que pasa a su alrededor sino es lo mismo que esté investigando acá en La Pampa, en Santa Cruz de la Sierra o en Nueva York”.
Usted dijo que ese va a ser un trabajo muy difícil. ¿A qué se debe que sea tan complejo?
Porque los investigadores que tenemos más de 60 años, nos hemos formado con una política dentro del Conicet en la que si uno quería progresar lo único que tenía que hacer era publicar papers y dirigir tesis doctorales, la evaluación era monovariable, te contaban los papers y te contaban doctores que habías formado. Lo que ahora se intenta, desde el Ministerio, desde Lino Barañao y junto al directorio es que la evaluación sea multivariable, que no se penalice a aquel investigador que quiera hacer transferencia o que quiere hacer divulgación de la ciencia, o que quiere hacer un trabajo para un organismo del estado. Estamos tratando, primero, de lograr que no se lo penalice, lo cual ya es bastante, y en segunda parte, que además de no penalizarlo, se lo premie por hacer eso. El Conicet tiene un sistema donde evalúa a sus investigadores en comisiones asesoras disciplinarias, y esas comisiones están integradas fundamentalmente por investigadores del Conicet y son ellos los que deciden si el informe es correcto o incorrecto. Y si esa gente que siempre estuvo acostumbrada a publicar papers y formar doctores, por más que uno les diga que hay que evaluar otras cosas, a veces cuesta, por eso es que lleva tiempo.
Usted repasó algunas cifras del Conicet y las comparó con años anteriores. ¿Dónde ha crecido más el CONICET?
Del 2000 al 2013/14 ha habido un crecimiento sostenido que ahora está disminuyendo por la situación actual. Pero sí, ha habido un crecimiento en investigadores, en becarios, en institutos, se han creado institutos de doble dependencia en todo el país. Y fundamentalmente en metros cuadrados nuevos para hacer investigación, porque durante 20 años no se construyó nada. Hubo todo un plan del MINCyT (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva), con ayuda del Conicet para aumentar los metros cuadrados, y son un montón de edificios nuevos los que se han hecho por todo el país.
En términos cualitativos. ¿Cómo repercute esa inversión en el organismo?
El investigador tiene más espacio para poder trabajar y no estamos amontonados, como solemos estar. También en mejores condiciones laborales de higiene y seguridad, cuando yo estudiaba, o hace 30 años la higiene y seguridad no se consideraba para nada y ahora se trabaja en condiciones de higiene y seguridad muy buenas y si esas medidas no están el laboratorio se cierra o se da el dinero para que las mejoras se hagan. También se presenta la posibilidad de tomar tareas para hacer transferencia, tener más espacio, tener más equipamiento le da al investigador una posibilidad mayor para encarar nuevos temas, nuevos proyectos, nuevas asociaciones con empresas. Y-TEC es un ejemplo muy interesante, porque es la asociación entre YPF y Conicet y es una empresa de base tecnológica, que tiene desarrollo tecnológico en el área de las energías y ahí se está incorporando mucha gente del Conicet, muchos investigadores están yendo a trabajar a Y-TEC y es muy interesante el fenómeno que se está dando.
A la hora de hacer referencia a los horizontes que se plantea el Consejo para los próximos años Laborde fue concreto y sentenció: “Este directorio está empeñado en trabajar codo a codo con las universidades, ni estamos por arriba, ni estamos por abajo, estamos iguales. No queremos imponer ninguna política”. El entrevistado describió de la siguiente manera la relación entre el Conicet y las universidades: “Las cosas se hacen de común acuerdo con las universidades y entendemos que el Conicet aporta mucho, porque aporta becarios, aporta investigadores, la universidad puede tener un investigador con cargo simple y no tener que pagar un cargo de dedicación exclusiva, por ejemplo. Si hay institutos, aporta el dinero anual para gastos de funcionamiento de ese instituto. En definitiva el Conicet es una estructura administrativa, si uno va a Rivadavia 1917 lo único que hay son oficinas administrativas y miembros del directorio. El verdadero Conicet está repartido en las universidades, en el CNEA, en el INTA y un poco menos en el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial)”.
