La reciente denuncia sobre contaminación de napas freáticas con agroquímicos se vino a sumar a varios casos conocidos en los últimos meses que hablan de un escenario muy preocupante en nuestra provincia.
Primero fue una gran mortandad de animales vacunos en Ingeniero Luiggi por beber agua contaminada con productos agrotóxicos; luego fue el hallazgo de centenares de bidones de herbicidas diseminados y flotando en predios inundados cercanos a Vértiz; al poco tiempo fue una denuncia registrada en Intendente Alvear a partir del manejo irresponsable dentro del área urbana de productos tóxicos, y ahora se divulga este hecho que sucede en un establecimiento rural cercano a Dorila y que fue detectado por estudios realizados por el INTA.
Este último caso es muy revelador porque habla de una persistencia en el tiempo de los productos aplicados en el terreno en forma continua y durante mucho tiempo. Que los plaguicidas estén presentes ahora en cantidades detectables en las aguas subterráneas expone a los pampeanos a una situación novedosa y de alto riesgo. La situación es indicativa de un uso descontrolado de estos productos que no se degradan inmediatamente como suele afirmar la publicidad comercial que estimula su aplicación.
Aunque lentamente, el agua subterránea circula por el subsuelo y traslada con ella las sales y productos que disuelve. Además nada indica que este caso detectado ahora sea el único en la extensa geografía agrícola pampeana. Al contrario, lo más probable es que casos como el de Dorila se repitan en otras zonas con similares prácticas rurales.
La alta frecuencia de casos que vienen denunciándose debería alertar a las autoridades provinciales y nacionales. En otros puntos del país también se han registrado episodios, incluso de mayor gravedad, con denuncias de enfermedades y hasta de muertes de personas.
Hoy los hechos han superado largamente la vieja discusión sobre la distancia que deben guardar las tareas de fumigación aérea de los centros poblados. Son tantos, tan frecuentes y tan graves los casos de contaminación que ese solo aspecto, que en algún momento se pensó central, hoy quedó desbordado por un panorama general que muestra infinidad de facetas alarmantes.
Fuente: La Arena
Imagen: InfoPico
